18 marzo 2012

La Cesárea, La innecesárea y el PVDC

Las cesáreas ya eran conocidas y practicadas en la antigua Roma. Se dice que Julio César nació por este método, y de allí viene su nombre aunque también se piensa que el término podría venir del verbo latino caedere, "cortar",… efectuar una cisura.

En aquella época la ley romana establecía lo que el procedimiento debía llevarse a cabo al final del embarazo en una mujer moribunda con el fin de salvar al bebé. La ley se llamó "lex caesarea".

Mucho tiempo ha pasado desde entonces y desde el primer dato que se tiene de una mujer que sobrevivió a una cesárea, en Alemania en 1500. Hoy este procedimiento, con una alta mortalidad inicial, es altamente seguro y ofrece una solución ante las complicaciones del desarrollo del parto o necesidades previstas de esta cirugía. 

La cesárea, se practica con una incisión quirúrgica en el abdomen y el útero de la madre, se recomienda cuando el parto vaginal puede ser arriesgado para el niño o la madre, por ello es una solución última de la que no debe abusarse. 

Lo cierto es que la tasa de cesáreas esta creciendo sin parar en la mayoría de países desarrollados incluido España, triplicando incluso las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS): no realizar en más del 15% de todos los partos. 

El incremento de cesáreas está debido en muchos casos a "razones no justificadas clínicamente", como la conveniencia particular de algunas madres gestantes o los ginecólogos que las atienden, la viabilidad fetal ante posibles patologías (que se ha rebajado a la 24 semana de gestación), equipos con menos experiencia en tocología, cesáreas menos peligrosas que antes, o la falta de adhesión a protocolos de trabajo, miedos a las Demandas Judiciales: ante un contratiempo en el parto y la posibilidad de que algo pueda ir mal, y que por ello los familiares puedan demandar al medico, este no espera a que se resuelva por si mismo, etc.

La evidencia científica demuestra que esta política es "perjudicial a medio y largo plazo para la salud de la madre y del neonato", además de  aumentar significativamente el riesgo de segundas cesáreas.



Hoy en día esta extendida la creencia de que cuando una mujer ha tenido un bebe a través de una cesárea, en caso de volver a quedar luego embarazada, también se deberá recurrir a esta vía quirúrgica para traer la nueva vida al mundo, sin embargo, un grupo de investigadores estadounidenses independientes aseguraron que es "perfectamente seguro" para estas mujeres tener después un parto natural.
Estos investigadores del Instituto Nacional de la Salud (NIH) dijeron que, en realidad, todas las futuras madres que hayan pasado por cesáreas también deberían ser libres de poder elegir traer su bebe vía parto natural, si así lo quisieran.

Para llegar a hacer estas afirmaciones, los expertos citaron "rigurosa investigación" que demostró que un 75 por ciento de los intentos de partos naturales luego de cesáreas ha sido "exitoso".

De hecho, los profesionales se manifestaron partidarios siempre del trabajo de parto y la vía natural antes que de las intervenciones. "Vale la pena considerar el trabajo de parto y hasta podría ser preferible en muchas mujeres", dijo eldoctor Gary Cunningham, presidente del panel de expertos de NIH.

En este vídeo se ve el esfuerzo, la lucha y la fe de una madre por conseguir un Parto Vaginal Después de Cesárea (PVDC) después de tres cesáreas, y a pesar de toda la información negativa que hay al respecto.

El Grupo Público de Ciudadanos de Investigación en Salud en Washington, D.C: ha estimado que la  mitad de las casi un millón de cesáreas que se realizan cada año en los Estados Unidos son médicamente innecesarias. Esto es, con cuidados más apropiados durante el embarazo, trabajo de parto y parto, la mitad de las cesáreas pudieron haberse evitado. Es claro que hay muchas ocasiones cuando una operación cesárea es muy necesaria. Sin embargo, el parto por cesárea presenta riesgos  aumentados tanto para las madres como para sus bebés y si esos riesgos pueden evitarse, tanto las madres como sus bebés se beneficiarán.

Las siguientes sugerencias son cosas que puedes hacer para ayudar a evitar una cesárea innecesaria.  Al prepararte de manera minuciosa, puedes ayudar a asegurar que tengas una experiencia de parto tan sana y positiva como sea posible.

Antes de tu trabajo de parto, lee y edúcate.

Asiste a clases, grupos y talleres tanto dentro como fuera del ambiente hospitalario. Investiga y prepara un plan de parto. Dale copias a tu hospital o clínica de maternidad, médico o  partera y a las personas de apoyo. Discute esto con la persona encargada de darte los cuidados de salud antes del parto y pídele que lo firme. Comenta esto con el personal del hospital o clínica de maternidad cuando llegues.

Entrevista a más de un proveedor de cuidados de salud. Haz preguntas claves y observa sus  respuestas y como tus cuestionamientos influencían sus actitudes. ¡Están a la defensiva o les da gusto que te intereses?

Pregunta a tu médico si tiene un límite de tiempo para el trabajo de parto y el pujo en la segunda  etapa. Date cuenta qué es lo que él/ella considera que puede interferir con el proceso normal del  parto.

Conoce más de un hospital o clínica de maternidad, nota sus diferencias y pregunta sobre su índice  de operaciones de cesárea, cual es su protocolo de Parto Vaginal Después de Cesárea, etc.

Date cuenta de tus derechos como mujer embarazada.

Encuentra a una persona que pueda acompañarte en el parto (Doula). Entrevista a más de una, busca a alguien que ha atendido varios partos y que tiene experiencia con  nacimientos normales, sin intervenciones. Una revista médica reciente demostró que el apoyo de otra mujer en el trabajo de parto y parto podía reducir significativamente la necesidad de una cesárea.

Ayúdate a asegurar el tener un bebé y madre sanos con una alimentación equilibrada. Consumir  alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales puede prevenir complicaciones en el embarazo, trabajo de parto y parto. No se recomienda la restricción de sal durante el embarazo. Condimenta tus alimentos con sal al gusto.
Si tu bebé está en posición de nalgas, pregunta a tu médico o partera sobre ejercicios para ayudar al  bebé a voltearse, versión externa (voltear al bebé) y parto vaginal en posición de nalgas. Tal vez quieras pedir una segunda opinión. Pregunta sobre partos de nalgas durante tu primera entrevista.

Si has tenido una cesárea anterior, considera y explora seriamente la opción de un parto vaginal  después de cesárea (PVDC) De acuerdo con la política sobre PVDC de octubre de 1988 del Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras, el PVDC es más seguro en casi todos los casos que una cesárea programada y hasta el 80 por ciento de las mujeres con cesáreas anteriores pueden dar a luz via vaginal a sus bebés subsecuentes.

Durante el trabajo de parto quédate en casa el mayor tiempo posible. No llegues al hospital  demasiado pronto. Si aún estás en las etapas tempranas del parto cuando llegues a la maternidad, en vez de darte de alta, camina en el hospital o regresa a casa a descansar. Colócate en las posiciones más cómodas para ti durante el trabajo de parto. Camina y cambia de posición con frecuencia.